Con voz firme y segura nos dice que reivindica que la cocina es tradición. Para él es fundamental. “Si no hay tradición no hay  cocina”, nos dice rotundo. Pero también sabe que debe ir poco a poco.  Una de sus ilusiones es hacer la cocina tradicional que siempre se ha hecho en Rincón, elaborarla con otra visión, con otro enfoque, como se hace ahora en la cocina, pero sin olvidar lo tradicional: nuestro pescado, nuestras verduras, las cosas de temporada.  “Creo que es bueno para mí y para quien viene a visitar el municipio”. Esta sería la diferencia de su negocio frente a los demás:  ofrecer una carta de temporada que va elaborando para ofrecerla a los clientes con ese toque personal de tradición, y como dice Pablo, “cada vez irá a más conforme vayamos creciendo y tengamos más clientela, este tiempo me da más margen para poder trabajar en esa tradición, porque la tradición no es barata”.

Nació en Rincón de la Victoria y entro en el mundo de los fogones de casualidad. Después de ir caminando paralelo al camino, inició sus estudios en la escuela de Hostelería del Castillo de Marqués en Valle Niza y aquí cambió su vida. En sus prácticas ha recalado en grandes restaurantes como el Café de París, uno de los mejores restaurantes malagueños a nivel nacional con una estrella Michelín. Allí aprendió muchos valores que “no aprendes en otro sitio”. Después siguió San Sebastián, en la Universidad Gastronómica, donde pudo disfrutar de las enseñanzas de grandes profesores, y el restaurante situado en el Museo Guggenheim de Bilbao, dirigido por otra estrella Michelín, Josean Alija. Más adelante pasó por restaurantes de diversas ciudades españolas. En todos ellos aprendió que, además de los ingredientes culinarios, existen otros factores fundamentales como la disciplina y la seriedad en el trabajo. Pero a pesar de este bagaje, Pablo sabe que todavía está aprendiendo y que queda mucho todavía.

BORIA el restaurante

"El nombre de Boria viene porque estaba buscando un término que identificase su ascendencia  marinera y empresaria, ya que provengo de una familia muy conocida del barrio de pescadores de Rincón", nos dice Pablo. “Boria, en la jerga antigua  marinera, significa niebla que entra hacia tierra cuando hay levante en el mar". Regenta el restaurante con sus hermanos. Llevan abiertos ya casi un año en el que han ido creciendo primero como asador y comida para llevar y, desde julio, con servicio de mesa. Ofrece dos opciones en una. Por un lado comida para llevar pero con un toque. Los clientes se llevan lo más clásico pero nos cuenta  que “siempre tengo unas elaboraciones que voy sacando al día según el mercado, el producto, el precio y, luego, tengo la carta estructurada para las mesas. ”Tenemos camperos con una composición de ingredientes bien hecha, brochetas de cerdo, unos pinchitos que les llamamos “nosotros” la carne de la hamburguesa, también la aliñamos nosotros con unos productos japoneses. Su plato estrella es el Tocino de Cielo, un plato de tradición familiar, muy especial que su madre le ha transmitido. Ir a Boria y probarlo, te obliga a volver para  degustar este manjar. 

Círculo Gastronómico

Por último, nos cuenta este joven emprendedor, que los inicios no han sido fáciles, pero la cocina da mucha fuerza aunque sabe que hay que ir poco a poco. Su cabeza sigue moviéndose y ahora prepara el Círculo Gastronómico con el objetivo de recuperar los valores y recetas de la gastronomía de Rincón. Estaría formado por todos aquellos restaurantes que quieran fomentar estos valores y contribuir a una gastronomía pura rinconera. Tienen cabida todos aquellos que tengan un interés gastronómico tanto profesional como personal en la cocina.

Boria se encuentra en la Plaza de Nuestra Señora de la Victoria 9, (la plaza de la Iglesia), en Rincón de la Victoria.