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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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DANZA

Descubre cómo estos jóvenes se han transformado en verdaderas estrellas de la danza y arrasan en los premios de la profesión

En la Escuela de Danza Izansdance, un grupo de jóvenes apasionados por la danza ha encontrado una forma de expresión que los transforma y los hace felices. Con su habilidad, técnica y entrega, han logrado destacar en la profesión y recibir reconocimientos que validan su talento y dedicación. ¡No te pierdas su increíble historia!

(Foto: el grupo de bailarines con María Izquierdo mostrando alguno de sus trofeos. Marina, Lucas, Ángeles, Alejandra, Izam, Mª del Mar, Aroa, Yeva y Martina).

María Sánchez y alumnos de Izansdance.
María Sánchez y sus alumnos de Izansdance.
Descubre cómo estos jóvenes se han transformado en verdaderas estrellas de la danza y arrasan en los premios de la profesión

Hablamos con un grupo de alumnos de la escuela de Danza Izansdance, compuesto por chicos y chicas de distintas edades pero homogéneo en lo que se refiere a sus habilidades y a su entrega y, en definitiva, a su expresión a través de la danza.

A todos les une una transformación personal a través del baile porque es su forma de expresión. Sus movimientos transmiten felicidad, sentimiento, sensibilidad pero también mucha técnica, esfuerzo y horas de dedicación.

Alumnos Izansdance 4
Ángeles Rodríguez, Izam Cortés y María del Mar "Eme" Domínguez.

Todos coinciden que son las mejores horas del día porque se sienten felices, “son ellos mismos”, comentan, y que, además, se ven recompensadas con el reconocimiento de premios y accésit por parte de la profesión.

Ellos no lo dicen, pero María Sánchez Izquierdo, su profesora, sí lo reconoce: “es vocacional, han hecho de la danza una forma de vida”.

María explica que la danza es una manifestación artística y cultural que va más allá de simplemente aprender pasos en un aula. “Para nosotros, la danza implica compartir el arte y transmitir emociones al público. Es por eso por lo que trabajamos, para que nuestros alumnos disfruten y gocen del baile, aprendan a trabajar en equipo y a tener compañerismo. Para nosotros, la danza es una forma de vida y queremos que nuestros estudiantes la experimenten de esa manera”.

Alumna Izansdance
Alejandra Narváez.

¿Qué supone para vosotros la danza?

Izam lleva bailando 8 años, de los 15. Para él, el baile es su forma de expresión. En su mochila lleva varios premios con la danza clásica y colaboraciones en televisión. 

De siempre le ha gustado estar en el escenario y expresar lo que siente. Por eso se prepara en Izansdance, para tratar de hacer realidad su sueño más inmediato: ingresar en junio con los galones de profesional en el Real Conservatorio Profesional de danza “Mariemma” en Madrid. “Vamos a intentarlo”, dice, “que es lo importante”. Además, se está preparando para la certificación de la Unesco profesional. Su mayor sueño, nos cuenta, es ser parte del Royal Ballet de Londres.

Alumnos Izansdance 6
María del Mar "Eme" Domínguez e Izam Cortés.

“Izansdance es la única escuela de danza en Andalucía en la que se puede acceder al estudio de las Certificaciones Internacionales de Danza Clásica autorizadas por CIED-CID UNESCO, Consejo Internacional de la Danza UNESCO”, concluye.

Mª del Mar, “Eme”, lleva un año en la escuela. Empezó su formación en el Conservatorio Profesional de Danza de Granada a los 8 años. María del Mar tiene muy claro que quiere dedicarse a algo relacionado con la danza. Quiere que la danza este presente en su vida tanto de una manera personal como profesional. 

Ahora está estudiando el grado en pedagogía de la danza clásica, una opción interesante para una estudiante de danza que busca expandir sus horizontes y explorar nuevas posibilidades. Ahora, dice, estoy bailando de verdad, estoy aprendiendo a salir al escenario, sin miedo.

Alumnos Izansdance 10
Marina Díaz.

Continúa diciendo que está agradecida de la oportunidad que María izquierdo y la escuela le ha dado porque ha podido progresar en esta profesión y disfrutar de muchas actuaciones en escenarios en el último año. Además está preparándose para  la certificación de la UNESCO advance. Asegura que existe mucha competencia pero que con disciplina y formación se pueden alcanzar los objetivos e ilusiones. Así lo demuestra su participación como bailarina en una compañía en Arabia o su próxima actuación en Marbella.

Ángeles es alumna del conservatorio superior de danza de Málaga y está estudiando pedagogía de la danza clásica. Empezó su formación con tan solo 3 años y tiene muy claro que quiere dedicarse al mundo de la danza, en especial en la enseñanza y la investigación. Para ella la danza es su forma de evadirse de la realidad y sus problemas. Lleva en la academia Izansdance dos años y gracias a esta oportunidad ha podido centrarse y evolucionar tanto creando como desarrollándose en la danza incluyendo nuevos estilos también como la danza contemporánea. Gracias a esto ha sido premiada en varias ocasiones. Además, ha obtenido la certificación de la UNESCO en el grado Advanced y continúa preparándose para los cursos posteriores.

Alumnos Izansdance 7
Martina, Lucía, Carmen, Yeva y Zlata.

María Gil, al igual que Ángeles, también es alumna del conservatorio superior de danza y estudian la misma carrera. Afirma que gracias a la academia ha obtenido muchas nuevas posibilidades de aprendizaje y oportunidades de actuar en escenarios a nivel solista siendo también galardonada en varias ocasiones consiguiendo perder el miedo y reforzar la confianza en sí misma.

Lucas, de 23 años, está con María desde hace un año y medio. Estudia teatro musical en la escuela de Arte Dramático y afirma que María da unas clases “de clásico” que no se da en ningún otro sitio de Málaga. “En sus clases siempre trae cosas distintas y te enriquece de forma diferente a lo que se da en otra academia”, afirma.

Marina Díaz es la veterana del grupo. Lleva casi 10 años en la academia bailando y preparándose para ser profesional. En Marina la danza es vocacional. El baile está tan ligado a su vida, comenta, que ya desde pequeña bailaba y fue su profesora del colegio quien le animó a ingresar en el Conservatorio de Málaga. Allí fue donde conoció la danza clásica. Marina ha enfocado su profesión a la docencia y a la investigación. Afirma que la danza y la pedagogía van de la mano. “No todos están llamados a triunfar en la danza clásica que es compleja por la estética más marcada y es difícil llegar a una compañía”, añade. Por eso agradece a María Sánchez el haberla animado a continuar con sus estudios y terminar la carrera de Pedagogía de la Danza. “Es un mundo que requiere mucho sacrificio y dedicación lo mismo que los estudios profesionales de danza clásica que son seis años de preparación”, termina.

Alumnos Izansdance 2
María del Mar "Eme" Domínguez.

Cuando salís de la academia ¿cómo os sentís? 

Aroa nos cuenta que no quiere que terminen esas horas en la academia: “pienso que sales y vuelves al mundo real, y que tengo que hacer otras cosas. Cuando estoy aquí y estoy bailando me olvido de todo. Cuando salgo vuelven de nuevo todos los problemas. Me ayuda a sobrellevar las cosas de la vida”. Comenta además, que ha logrado aprender lo que es y lo que implica bailar de verdad.

Alejandra lleva desde los 7 años bailando y tiene claro que quiere que su futuro siga siendo el baile o cualquiera de sus salidas. Hace contemporáneo.  Afirma que el baile le permite expresar lo que ella quiera en el escenario, trabajar el cuerpo, el estado de ánimo. 

Alumnos Izansdance 8
Desde la izquierda: Martina, Yeva, Ana, Carmen, Lucía y Zlata.

Martina y Yeva son de las alumnas más pequeñas del grupo con solo 11 años. A pesar de su timidez, son ya todas unas bailarinas de danza clásica. Coinciden en que la danza es “su escudo y su escape”. En el escenario se transforman y dan rienda suelta a sus sentimientos. De mayor quieren bailar y estar en una compañía o ser profesoras, nos cuentan alegres.

En su palmarés ya tienen varios premios como solistas y dúo juntas. Llevan desde los 3 años bailando y forma parte de sus vidas. Han realizado exhibiciones y se ha presentado a certámenes con resultados muy positivos. Martina además, ha viajado a París a recoger, de la mano del presidente de la Unesco, una Mención especial para la escuela como para los alumnos.

Alumnos Izansdance 3
Lorena Mesa.

Lo que distingue a esta escuela es que “la danza no solo es bailar”.

En Izansdance, su directora y maestra María Sánchez cree que la danza no sólo debe enfocarse en la parte individual como persona, sino también en la parte social. Para ella, el desarrollo personal es muy importante y para lograrlo, se debe trabajar tanto en el estado de ánimo como en el trabajo en equipo y la ayuda mutua. Aunque cada estudiante trabaje en sí mismo, sin el público no son nada, por lo que se intenta que los alumnos se conviertan en un equipo que se apoya y trabaja juntos para lograr sus objetivos.

En la escuela de danza Izansdance, se les permite a los estudiantes ser ellos mismos a través del baile, lo cual es un elemento fundamental del aprendizaje. Según María, el grado de timidez que los bailarines tienen se olvida una vez en el escenario, ya que, a través del movimiento del baile, incluso con la improvisación, pueden expresarse libremente y dar rienda suelta a sus sentimientos. La danza se convierte así en una forma de liberación emocional y expresividad.

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María del Mar "Eme" Domínguez e Izam Cortés.
Alumnos Izansdance 5
Desde arriba e izquierda: Zlata, Martina, Yeva; y abajo, Lucía y Carmen.