CIERRAN LOS PUESTOS DE VERDURAS DE TORRE DE BENAGALBÓN
Los puestos veraniegos de fruta pueden convertirse en un recuerdo
El cine de Rincón, la cochinita, el vagón biblioteca están en el recuerdo de muchos vecinos y visitantes de Rincón de la Victoria, como cosas entrañables del pasado. Ahora parece ser que le toca el turno a los puestos de fruta de Torre de Benagalbón que bien podrían pasar a ser parte del recuerdo; una parte del patrimonio del municipio y un atractivo más que se pierde. Y es que nuestros legados más tradicionales sucumben a unas leyes que no están pensadas para ellos y al menos este verano cierran sus puertas dejando detrás, además, a las familias que en este modo de vida tienen su sustento.
Torre de Benagalbón y Los Rubios son, sin lugar a dudas, dos zonas cautivadoras por su entorno rural a la vez que costero. Son elegidas como destino de vacaciones para muchos residentes de la capital malagueña y también atraen a un considerable número de turistas procedentes de diferentes lugares.
"Cada verano, los habitantes locales, recibimos complacidos los acontecimientos estivales, y esperamos ilusionados la apertura de las fruterías que asoman a la carretera que une Torre de Benagalbón con Chilches; cuatro pequeños terrenos, que aprovechando la sombra de una higuera o un chamizo, transforman cada parcela en puestos repletos de frutas y hortalizas de temporada", nos escribe una vecina de Torre de Benagalbón.
"Desde hace años hemos alardeado de la frescura de las verduras adquiridas en estos comercios, pues es el mismo propietario quien las recolecta del huerto contiguo; incluso permite hacerlo al cliente. Todo un placer para quien se deleita con lo familiar, lo natural y lo sencillo".
"Pero a pesar de solicitar el permiso de apertura, estos establecimientos no han logrado obtenerlo, ocasionando el consecuente cierre de los mismos en el día de hoy, y amenaza también su apertura para el próximo año".
"Los puestos de frutas veraniegos cuentan con un valor añadido que no pueden aportar otros comercios. El máximo atractivo que pueden presentar unos vegetales es que sean los más frescos del mercado; el mérito aquí está en que esto no se ha conseguido basándose en mejorar la presencia y la exposición de los vegetales, como ocurre en los supermercados, sino en que es el cliente es el que comprueba con sus ojos que gran parte de la oferta del puesto proviene de su propia producción".
Cuando hablamos con Jesús (hijo) y con Paco, nos hablan con resignación. El puesto de Jesús, pintoresco, se encuentra al resguardo de una enorme higuera cargada de brevas, cuyo olor tienta los sentidos. El de Paco, un poco más adelante, es un chamizo al lado de largas hileras de tomateras. Nos cuentan que la licencia la han pedido pero que no cumplen con todo lo que se les exige; y para colmo, la multa a la que habrán de enfrentarse.
Hoy estaban cerrando. Ni en el puesto de Jesús ni en el de Paco quedaba nada expuesto, sólo los últimos restos de lo que fue: las cajas, las balanzas y las estanterías.
Denuncia del propietario de una frutería de Torre de Benagalbón
Al parecer todo empezó por una denuncia del propietario de una frutería de la Avenida de la Torre. Paco nos cuenta, indignado pero tranquilo, que el cierre deja sin sustento a más de una familia, incluso la suya con una persona dependiente por trastorno del espectro autista. Ambos nos dicen que han hablado con el concejal Fernández Ibar (IU), responsable del Área de Comercio, y que éste les ha comentado que intentará que se vuelvan a abrir el año que viene.
Hemos hablado con los propietarios de la frutería denunciantes para conocer su opinión y la motivación que ha llevado a dar parte. Nos comentan que ellos no están a favor del cierre, lo único que defienden es que todos jueguen con las mismas reglas, "porque si nosotros pagamos unos impuestos y una licencia, ellos también la tendrían que pagar", nos comentan. Consideran que es una competencia desleal y que esta opción es la única que les ha quedado para defender sus intereses y derechos.
Puestos en contacto con el ayuntamiento, el concejal Pedro Fernández Ibar ha comentado a este periódico que efectivamente se ha ordenado el cierre por no tener permiso municipal. La denuncia fue interpuesta ante la Guardia Civil, el Ayuntamiento y Sanidad de Málaga, aunque todas ellas fueron derivadas al Ayuntamiento por ser de su competencia. Ibar ha confirmado que las licencias municipales se pidieron pero que el incumplimiento de varios puntos de la normativa ha impedido la concesión de la licencia, y que se ha tenido que proceder de oficio en tanto en cuanto se solucionan las alegaciones y se puede buscar una solución a estos pequeños productores. "Se va a buscar algún tipo de regulación específica para que puedan abrir el año que viene, porque no queremos que se pierda la pequeña producción de nuestro municipio y dar cabida a los productos de pequeño recorrido", ha indicado Fernández Ibar.
Este cierre no sólo pone en riesgo la subsistencia de unas familias sino una parte importante del patrimonio cultural y económico del municipio.
Habría que replantearse los requerimientos exigidos a las fruterías temporales y en lugar de dificultar su presencia, protegerla, dentro de un marco legal que favorezca la convivencia; porque con su desaparición también se desvanecerá parte del encanto del lugar.