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  • Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
  • Actualizado 05:02

FÚTBOL

Atlético Bezmiliana, un pequeño gran club

El Rincón Habla estuvo con Manuel Laborda, Manolo, un santanderino y rinconero a partes iguales, fundador y entrenador del Club Atlético Bezmiliana, en el Cañada Chaqueta de Benagalbón, y recordamos de su mano y la de sus chavales de entre 7 y 10 años, los tiempos de partidos de barrio en los que pasarlo bien jugando al fútbol era lo importante.

"Lo más complicado es tratar con la presión que ejercen los padres sobre los niños, que les supera", nos cuenta.

Club Atlético Bezmiliana 2
Club Atlético Bezmiliana
Atlético Bezmiliana, un pequeño gran club

Manolo Laborda aterrizó en Rincón de la Victoria desde Santander hacer 22 años y desde entonces su nombre ha estado ligado al fútbol del municipio y, que a pesar de un patón de algunos años, vuelve al panorama deportivo en la temporada 2014/2015. Es el fundador de un pequeño club que entrena en el Cañada Chaqueta de Benagalbón, en el que entrena un conocido de todos los medios de comunicación deportivos, Kiko García.

Manolo nos comenta que su manera de entender el fútbol base trata de ser diferente, con otro tipo de dinámicas, en la que lo importante son los niños, que participen y disfruten, pero que también progresen y mejoren, porque eso a ellos también les aporta satisfacciones. Por eso, nos dice, ponen a 2 ó 3 adultos con cada grupo, porque necesitan atención y dan importancia a las habilidades pedagógicas de sus entrenadores -que están titulados, y que estén dispuestos a entrenar a niños que no sean tan buenos como otros (deportivamente hablando) "aunque claro que se pretende ganar pero como parte del propio juego y no como único objetivo en sí mismo", añade.

Mientras los chicos entrenan, Laborda nos explica que su intención es mantener un tamaño de club manejable y crecer poco a poco. Actualmente el Atlético Bezmiliana está compuesto por 32 niños divididos en dos categorías, dos de Prebenjamines (7 y 8 años) y Benjamines (9 y 10 años). "Es una manera de crear grupos homogéneos y que se cree una vinculación entre ellos, de equipo, y así evitar la presión de un partido, como cuando jugábamos en la calle al fútbol", explica el presidente y entrenador.

Dejamos a Manolo Laborda, a Kiko García y el resto de entrenadores con los chicos y su colorida equitación en azul y amarillo, sin perder la oportunidad de ver disfrutar a los chavales en el campo de Benagalbón y recordar esos partidos en la calle a esa edad y los campos de tierra. Los tiempos cambian y ahora es a ellos a los que les toca disfrutar de este gran deporte.