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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 09:28

CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL CÍRCULO CULTURAL BEZMILIANA

Mª Carmen Becerra García, con su relato El Tesoro, ganadora de la edición de septiembre

Ya tenemos la ganadora y finalista del Concurso de Microrrelatos del Círculo Cultural Bezmiliana correspondiente al mes de Septiembre, Mª Carmen Becerra García con su relato El Tesoro y María Jesús Medina Cano con Amanecer Insólito, respectivamente, dos narraciones que nos llevan a situaciones creativas y sorprendentes mezcladas con imaginación y sensibilidad. 

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Mª Carmen Becerra García, con su relato El Tesoro, ganadora de la edición de septiembre

Con estos relatos se cierra la primera edición de este concurso que durante doce meses se ha desarrollado y que tan buena aceptación ha tenido. Una vez que están los doce ganadores, un jurado compuesto por grandes firmas de la literatura se reunirá en los próximos días para valorar y fallar el mejor relato del año que obtendrá una dotación económica y la publicación de la obra junto con el resto de narraciones ganadoras. Desde este medio damos la enhorabuena a todos los participantes y deseamos la mejor de las suertes para este punto final del concurso que no es nada más que el principio de la segunda edición. ¡Que disfruten con su lectura!


 

GANADOR: EL TESORO de Mª Carmen Becerra García

Me encontraba paseando al amanecer con mi mujer por el túnel de El Cantal que comunica La Cala con El Rincón de la Victoria. De pronto vimos un pequeño barco aprisionado entre las escarpadas rocas. Las olas no habían conseguido arrastrarlo hacia el mar de nuevo.

Nos acercamos por si había alguien a bordo. En la cubierta había un agujero por donde  entraban los marineros. Todo estaba muy oscuro y cubierto de escamas y tiras verdosas. La linterna de mi móvil nos guio hacia un camarote en el que había un armario entreabierto. Dentro había un cofre de madera. Intentamos abrirlo pero estaba hinchado por el agua. Al final la cerradura cedió. Algo relucía en su interior. Era una esfinge de un jinete de oro. Al intentar cogerla, el cofre se rompió y la pillamos al vuelo.

El momento vivido fue la antítesis entre nuestros cuerpos y mentes.

FINALISTA: AMANECER INSÓLITO de María Jesús Medina Cano

Después de una noche “imparable”, decidimos por unanimidad ver amanecer desde los acantilados del Cantal; pero cuando llegamos, uno dijo que ver amanecer con las farolas encendidas no era lo mismo que en plena oscuridad.

Nos disponíamos a marcharnos cuando un extraño y agudo zumbido procedente del mar nos dejó en suspenso. Una sombra enigmática, como una esfinge alada, se acercaba hacia nosotros…

Las primeras las pillamos al vuelo: “mirad” -dijeron, “son mariposas esfinge”. Desde luego, eran la antítesis de lo que conocemos por mariposa.

¿Mariposas esfinges?

Sí, como las del silencio de los corderos.

Llegaron como una nube negra, formando uno, como un jinete con su caballo. Cubrieron las farolas. Viajando en la oscuridad del mar, aquellas luces las llamaban con un hipnotismo irrefrenable.

Vimos amanecer. La primera claridad la compartimos con aquellas viajeras incansables que emprendieron de nuevo el vuelo en cuanto el primer rayo de sol apareció.