V CENTENARIO
Etapa 9. Muerte en las Filipinas
El 6 de marzo de 1521 la flota del Maluco llega a la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas, a la que llaman Isla de los Ladrones. Por fin tienen a su disposición agua limpia y alimentos frescos. Sin embargo, la muerte espera a Magallanes en esta etapa.
La tripulación ha sido diezmada por el escorbuto y la hambruna pero los hombres que quedan empiezan a recuperarse. Enrique, el esclavo de Magallanes, entiende la lengua de las islas que van encontrando.
El 16 de marzo de ese mismo año, Magallanes descubre las Filipinas y consigue llegar a un acuerdo con los jefes indígenas de Cebú a los que convence para que se conviertan al cristianismo y acepten la soberanía del rey de España a cambio de prestarles ayuda militar.
El 27 de abril, Magallanes cumple con su trato atacando con 50 hombres a los indígenas rebeldes, los Lapu-Lapu, para someterlos. Pero el enemigo es mucho más numeroso y Magallanes no ha planteado bien la batalla. El gran navegante portugués muere en la isla de Mactán sin que su cuerpo pudiera ser recuperado.
A los pocos días treinta hombres fueron asesinados a traición por el rey de Cebú, entre ellos Duarte Barbosa, el sucesor de Magallanes. Los supervivientes deciden continuar el viaje, pero sólo quedan 108 marineros. Tienen que abandonar la nao Concepción por falta de tripulantes incendiándola para que no cayera en manos del enemigo.
Presentación de la canción “Yo te diré”
Con el viaje de Magallanes comenzó la presencia de España en las Islas Filipinas que se mantendría hasta 1898. Todos los años un barco conocido como “el galeón de Manila” viajaba hasta Acapulco, en Méjico, para llevar mercaderías de China y de otros países asiáticos y regresaba a Manila cargado de plata y otras mercancías. El barco recorría una ruta conocida como “el tornaviaje” aprovechando la corriente marina de Kuroshivo que fue descubierta por las exploraciones de Alonso de Arellano y Andrés de Urdaneta en el siglo XVI. Curiosamente, el último galeón de Manila en el siglo XIX era conocido como “El Magallanes”.
La canción interpretada es para muchos españoles un eco de la relación con Filipinas. Aparece en las dos versiones de la película “Los últimos de Filipinas”. Los nombres propios de las personas, los de las ciudades y pueblos, muchas palabras en el idioma tagalo y la religión cristiana de la mayoría de la población nos recuerdan que Magallanes estuvo allí y que las Filipinas nacieron de la expansión española.