Opinión
Papá, me voy a alistar
Una de las cosas que me gusta de la Fiesta del Boquerón es que siempre tienes la oportunidad de hablar con desconocidos, compartiendo una tapa, en este caso, valga la redundancia, de boquerones. Aunque estas conversaciones se mantienen siempre en la intimidad que te otorga el bullicio del gentío, esta vez, el tema bien se merece esta columna.