De rabietas y berrinches
Efectivamente, como ya se ha dado a conocer, en el pleno extraordinario de hoy, el grupo municipal popular no estará presente en señal de protesta ante lo que llaman déficit democrático del cuatripartito, pero lo hacen convocando a unos medios seleccionados. Todo, también, muy democrático y plural.
El último pleno ordinario, el del 25 de mayo, nos devolvió a los tiempos de las sesiones plenarias en las que Salado era Alcalde-Presidente-Todo-Poderoso y lanzaba su verborrea a unos y a otros con la oportunidad que le daba la presidencia para tener la última palabra.
Ahora en la oposición, actuando como Vicepresidente de Diputación-Todopoderoso y como Portavoz del grupo popular del Ayuntamiento, cargo que ejerce cuando le apetece, ninguneando a sus compañeros de bancada y en especial al portavoz que cobra por ello –Sergio Antonio Díaz, el debate se calentó a propósito del reglamento de participación y aumentó su temperatura durante el punto sobre la impopular “Ley Mordaza” o Ley de Seguridad Ciudadana.
Salado que repartió calificativos tanto a la concejala de Seguridad y a la misma alcaldesa de Rincón de la Victoria, no soportó que la concejala Sonia Jiménez se metiera con el Partido Popular, que tampoco se quedó corta. El exalcalde pidió rectificaciones a Jiménez, quien matizó sus palabras pero las mantuvo, lo que provocó que el equipo popular se levantara y abandonara la sala de plenos.
Pero no queda ahí la cosa, tampoco va a asistir al debate extraordinario sobre el estado del municipio, y por el contrario, para no que no le corten y pueda escucharse a si mismo, sin réplicas, que parece que es lo que quería, soltó ayer martes su discurso en la sala de plenos ante algunos medios de comunicación seleccionados a tal efecto. Todo muy democrático y plural.
Ya se ha olvidado cuando él, el exalcalde, desde su sillón de alcalde-presidente, decía a José María Gómez lindezas como que había estado en la cárcel y nunca rectificó, a lo que, tras un juicio, la jueza de instrucción habría sobreseído esta causa al entender, en palabras del concejal del PA, que esto era tan solo "una rencilla y cuestiones políticas", es decir, algo que se debe a los calentones políticos de las salas de pleno, cosillas de políticos.
Debería aplicarse el cuento, dejarse de escenografías “a lo Pepe en el partido de la final de la Champion” y dejar ese “ahora voy y me enfado porque no tengo la última palabra”, por el bien de aquellos vecinos que desean escuchar lo que se tengan que decir en un debate, que para eso también está la sala de plenos, no sólo para discursos y convocatorias de prensa.