De las manos de los vecinos al beneficio de la empresa privada
Ayer se produjo en Comisión Informativa del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, la votación de la propuesta de adjudicación de Clece SA para hacerse cargo del servicio público que es la limpieza de los edificios municipales. De esta forma, unos 2,7 millones de euros anuales, aproximadamente, de las arcas municipales, pasarán a manos privadas para desarrollar esta actividad, una tarea que desarrollaba desde EMMSA, principalmente, y otros contratos de refuerzo. A esta “privatización” del servicio público se han opuesto PSOE, IU y Podemos. Vox se ha abstenido.
No es la primera ni será la última 'privatización' con el Partido Popular de Francisco Salado. Si echamos la vista atrás, la más sangrante fue la de la piscina cubierta, que con un presupuesto de 3,8 millones de euros de financiación cien por cien municipal, fue a parar al Grupo Serviocio/BeOne en una concesión de explotación a 25 años.
Aunque la propiedad de estos servicios e infraestructuras sigue siendo municipal, la realidad es que la forma de gestión, la toma de decisiones (incluidas las de contrataciones de personal) y la imagen, proyectan al exterior algo totalmente privado.
La próxima ‘privatización’ será la del servicio de Limpieza Viaria por 8 millones de euros anuales y 10 años de concesión a Fomento de Construcciones y Contratas SA (FCC). Junto con la limpieza de los edificios municipales, esta adjudicación acabará definitivamente con la empresa Mixta Municipal EMMSA.
Queda poco por externalizar. El mantenimiento de Parques y Jardines se privatizó ya en 2020 acabando con el servicio público que se desempeñaba desde la empresa municipal EMVIRIA. Hasta 1,13 millones de euros anuales de las arcas municipales han ido a parar a la UTE Ingeniería y Diseños Técnicos S.A.U y la entidad ITUVAL S.L
Seguramente, los únicos servicios enteramente públicos que quedan son los técnicos municipales y la policía municipal. Quien dirá si con el tiempo estos también se privaticen por concesión administrativa a una empresa privada. Si no se ha hecho ya es porque la Ley no lo permite.
El que ya apunta en la misma dirección, aunque el concejal responsable del área no se pronuncia al respecto, será el Museo de la Villa Romana. Más de 700.000 euros de construcción más 400.000 euros en contenidos, es decir, 1,1 millones de euros de financiación pública. Habrá que esperar a después del verano para conocer si esta será otra infraestructura privatizada.
Muy presumiblemente el debate se centrará en que el Ayuntamiento no dispone de medios para dar estos servicios, pero a tenor de las cifras millonarias de las concesiones, no es de esperar que las empresas privadas adjudicatarias estén dando duros a cuatro pesetas.
No es de extrañar que los vecinos se pregunten si no será que los responsables municipales son los que no disponen de la solvencia suficiente para llevar a cabo la gestión.