¿Qué le pasa a Rincón?
La Asociación de hosteleros AEHMURV ha lanzado una campaña para pedir que Rincón de la Victoria sea un municipio vivo.
Algo pasa con Rincón de la Victoria que a pesar de tener la población que tiene, 45.000 habitantes, y un lleno de playas y paseos marítimos visible, siempre da la sensación de no avanzar, de desapego con el municipio y con unos comercios y restaurantes que miran a los meses de verano como la tabla de salvación a un invierno que se les hace eterno. Francisco Salado, actual alcalde de Rincón, lo decía en una entrevista para El Rincón Habla: “los vecinos tienen la sensación de que Rincón de la Victoria no avanza y que no tiene arreglo, y esto causa mucha desafección”.
A pesar del lleno aparente de los meses estivales, hemos dejado de ser municipio de “gran afluencia turística”, ya que el número de pernoctaciones de media anual en Rincón de la Victoria es de aproximadamente 415 visitantes, muy lejos de los 2.000 que necesitaría según el decreto andaluz. De la misma forma, existe un 60% de viviendas de primera ocupación del total de las viviendas del municipio, un número muy alejado del que marca la norma.
Parafraseando a Salado, son muchos los vecinos que viven en urbanizaciones y trabajan en el área metropolitana de Málaga, que no se involucran en la vida del pueblo, que por no conocer, no conocen el nombre de su alcalde (o entonces alcaldesa) o sus concejales. “Cuando se preocupan es cuando tienen un problema en su área de influencia: su urbanización o la playa a la que bajan”. En realidad, no está alejado de la realidad, a tenor de muchos de los comentarios de aquellos que se han pronunciado sobre la campaña, por ejemplo: “Prefiero mi Rincón tranquilo y familiar a un Rincón como Torremolinos, de guiris, todo carísimo y mogollón”, “a ver si es que quieren cubrirse con un puñado de firmas para hacer y deshacer y otorgarse licencias de terrazas” o “con que sea un municipio limpio me conformo”. Aunque hay otros comentarios a favor de la campaña: “estoy de acuerdo, esto es muy triste” o “los vecinos tendrían que ser más tolerantes con los negocios y no alejarse tanto, pero que sea bar de copas, chiringuitos o restaurantes cumplan con sus horarios y normas, es decir respetar y ser respetados”.
Si ahora añadimos a la coctelera la ambigüedad de las normativas municipales y autonómica sobre los permisos para música, fundamentalmente, o la ausencia de una normativa de ruidos y mucho menos un mapa de “zonas de impacto acústico” que salvaguarden intereses tanto de unos como de otros, los anhelos para dar esa vida que piden hosteleros y visitantes cae en el pozo de los amargos deseos, a pesar de que la propia Junta de la Andalucía en su Guía de Contaminación Acústica considere que en los países con climatología como la española, la existencia de este tipo de actividades dentro del tejido urbano son normales y necesarias.
Pero esa “vida” que requiere el municipio no pasa sólo por acometer las necesidades normativas, sino de dotarlo de las infraestructuras necesarias para hacer atractivo al municipio. Para el alcalde Francisco Salado, el cambio pasa por acciones como peatonalizar el centro, rediseñar con avenidas más amplias y un gran parque de esparcimiento. Elena Aguilar, portavoz de Ciudadanos, por ejemplo, echa de menos una discoteca o zonas de ocio y recreativas, “así los jóvenes no tendrían que jugársela en la carretera yendo a Málaga”.
Para el impulsor de la campaña, Oscar Salado (AEHMURV), el motor de la economía es hoy por hoy el turismo, “aquí no hay industria y son muchas las empresas y comercios del municipio las que se beneficiarían de una mayor oferta de ocio e infraestructuras. Si hablamos de la noche, los hosteleros vemos que es imposible hacer nada y por esto ha dejado de venir gente”.
Ante esta amalgama de condicionantes y variables, Oscar Salado propone crear una mesa sectorial, en la que estén presentes colectivos empresariales y vecinales, que desemboque en un plan de acción, tanto normativo como de oferta, y que tenga el mayor consenso posible, para encontrar la solución a la pregunta ¿qué le pasa a Rincón?
Sin embargo, los números no le acompañan. En 2015, Rincón de la Victoria contaba con un total de 2.120 empresas, mayoritariamente de Servicios, conforme a lo recogido en el SIMA (Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía), de las que el 44% corresponden con servicios sanitarios, educativos y resto de servicios, el 25% pertenecen al sector comercio y un 9% a hostelería, cifras que desconoce gran parte de la población, y que aleja a los vecinos del slogan de las mujeres empresarias “todo lo que se necesita, se encuentra en Rincón de la Victoria”, básicamente por esa máxima comercial que dice que “lo que no se da a conocer no existe”. José Luis Pérez, concejal de medio ambiente lo decía: “Hace 45 años era un pueblo pequeño y nos conocíamos todos. Ahora somos 45.000 habitantes y esto ha crecido mucho”.
Para terminar, parafraseando a Elena Aguilar, que en mi opinión ha dado en el clavo, quizás porque uno se dedica a la comunicación, este municipio necesita trabajar en medidas informativas para llegar a más vecinos.