Tras la tregua del fin de semana, el equipo de gobierno reanudó las tareas de poda y retirada de los árboles de la avenida de Málaga, en La Cala del Moral, ante la mirada incrédula de unos y de impotencia de otros. Una jornada negra para el Medio Ambiente en la que esta pequeña localidad pierde su pulmón de oxígeno y barrera verde frente a la polución.