El pintoresco pueblo de Benagalbón situado en la falda de la montaña del municipio de Rincón de la Victoria, lució sus mejores galas el pasado sábado 17 de septiembre para acoger el XXIII Concurso de Verdiales Estilo Montes, fiesta declarada de Interés Turístico Andaluz y de Singularidad Turística Provincial. Pero además, es una fiesta donde participa todo el pueblo adornando sus calles que quedan engalanadas de cintas de colores, sombreros de verdiales y cuadros nuevos y antiguos. Una de las razones de ser de este concurso es la recuperación del Choque de Pandas, una especie de combate entre dos pandas que, tocando al unísono, aceleran el ritmo hasta que una de ellas se equivoca o se queda por debajo de la ganadora. Se trata de una costumbre que desapareció y que en la actualidad sólo se sigue celebrando en Benagalbón.

Utilizando la expresión del querido Juan Rosa Mateo del Dúo Sacapuntas, la plaza de la iglesia estaba abarrotá de gente que se llegó hasta allí para vivir y disfrutar este ya tradicional espectáculo, que “enfrentó” a nueve Pandas venidas de diferentes zonas de la provincia. Entre los más esperados estuvo el de la local Panda de  Benagalbón que cayó en la primera fase contra los campeones Jotrón y Lomillas,  el de la Panda Primera del Puerto de la Torre con la Primera de los Montes o el de la favorita Santón Pitar con Montes de Guadalmedina. Además, se invita a otras agrupaciones para participar de la fiesta de los Verdiales.

La  Panda de Jotrón y Lomillas del barrio Mangas Verdes en Ciudad Jardín fue la ganadora del Choque. Esta Panda  lleva desde 1992 tocando y bailando el sentir de los montes de Málaga. Jotrón y Lomilla lo lleva en la sangre. Se sienten orgullosos de este premio pero es más  la satisfacción de tocar para la gente. La Panda está compuesta por tres guitarras, dos platillos, un violín y un pandero, todos dirigidos por el Alcalde, que es el que manda empezar, acabar y guía al cantaor. José Romero, que los conduce desde hace veinticinco años cuenta que es fácil gobernarles a todos ya que son una piña; aquí están hermanos, primos padres y todos comparten el gusto por esta música y la constancia de tocar y tocar durante todo el año. Jotrón y Lomillas cuenta con un amplio palmares y siempre recuerdan con cariño los otros dos premios recibidos en este mismo certamen de Benagalbón.

La idea de esta fiesta surgió por el interés de personas vinculadas a Benagalbón con la finalidad de instaurar un evento en el que el “verdialero” fuera el protagonista, y así recuperar el espíritu festivo que había caído en el olvido. La principal característica es que no hay escenario ni megafonía en sus actuaciones sino “corros” o “chozados” acondicionados por los vecinos de Benagalbón con palmeras, cañizo y maderas como antiguamente se disponían en los montes de Málaga situados en diferentes calles del pueblo donde el público asistente participa de la música y baile de las Pandas. Una vez terminado el choque de Pandas la fiesta continúa y empieza el concurso a la mejor Panda que se llevará un premio en metálico, pero hasta que eso ocurra siguen y siguen tocando y bailando como antaño en los montes de Málaga.