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V CENTENARIO

Etapa 12. Elcano completa la Primera Vuelta al Mundo

El 6 de septiembre de 1522, la nao Victoria alcanza Sanlúcar de Barrameda y completa la gesta de la vuelta al mundo.

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Mapa del cartógrafo Bautista Agnese, fechado en 1544.
Etapa 12. Elcano completa la Primera Vuelta al Mundo

Juán Sebastián Elcano era un vasco de Guetaria, un pueblo de Guipuzcoa y su oficio era la mar. Participó en la toma de Orán y en las guerras de Italia a las órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Era dueño de una nave de guerra de doscientas toneladas que tuvo que vender a unos mercaderes de la República de Génova para poder pagar a sus marineros. Pero vender material de guerra a una potencia extranjera era un delito y Elcano se enfrentaba a la cárcel. Quizá por eso se enroló en la expedición de Magallanes en Sevilla.

Por su experiencia marítima le dieron el cargo de maestre (es decir, segundo de a bordo) en la nao Concepción, capitaneada por Gaspar de Quesada.

Durante el viaje su papel es poco destacado y en la bahía de San Julián forma parte del grupo de marineros amotinados contra Magallanes. Pero el almirante portugués lo perdona. Al morir Magallanes en Mactán se convierte en capitán de la Victoria. Ahí comienza su papel heroico. Su viaje de vuelta desde las Molucas hasta Sanlúcar de Barrameda es una de las más grandes hazañas de la historia naval.

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Desde Sanlúcar la Victoria fue remolcada hasta Sevilla y allí atracan el 8 de septiembre, festividad del nacimiento de la Virgen María a cuyo santuario de la Victoria acudieron para dar gracias por haber terminado con vida uno de los viajes más increíbles de la historia de la humanidad.

Con él desembarcan siete marineros, un artillero, un paje, tres grumetes, tres pilotos, el sobresaliente italiano Antonio de Pigafeta y el mismo Juan Sebastián Elcano. En total 17 supervivientes de los 239 que zarparon de Sevilla el 10 de agosto de 1519. Además iban con ellos tres indígenas de las Molucas de nombres desconocidos.

Los doce tripulantes de la Victoria hechos prisioneros en Cabo Verde fueron liberados por el rey de Portugal unas semanas después. El capitán de la Trinidad, y cuatro tripulantes más fueron liberados por los portugueses entre 1525 y 1526. El resto murió o desapareció.

Con las especias que transportaba la Victoria se costeó todo el viaje, incluyendo el coste de los barcos perdidos.

El emperador Carlos V concedió honores a Elcano, quien sin habérselo propuesto se convirtió en el gran héroe de la primera vuelta al mundo. En el escudo de Juan Sebastián Elcano se lee: Primus circumdedisti me: “eres el primero que me dio la vuelta”


¿Es Magallanes el portugués que repudió a su rey y se entregó a los enemigos de los intereses de su patria o el visionario que lo abandonó todo y entregó su honor y su vida por un ideal superior? ¿Es Juan Sebastián Elcano el traidor al gran almirante y usurpador de la gloria que debería corresponder en exclusiva a Magallanes? ¿Fueron estas exploraciones una pura rapiña contra los derechos de los habitantes de las tierras conquistadas o es más importante que permitieran un mejor conocimiento del mundo que a la larga beneficiaría a toda la humanidad?

No cabe duda de que las intenciones nobles se mezclaron con el sentimiento de superioridad, la intolerancia, la avaricia y la crueldad. Pero ya los antiguos griegos sabían que en los héroes se mezcla la grandeza con lo más ruin del alma humana, que pueden ser tan turbios como luminosos, que son un faro de luz y una cueva de podredumbre y todo reunido en la misma persona. El heroísmo de la hazaña fue resultado en gran parte del puro instinto de supervivencia, de resistir, de seguir adelante con la esperanza de aguantar un día más contra todo pronóstico. Pero eso no merma la grandeza de la gesta.

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Canción final: Rosas entre las espinas (de la película La Misión; autor Ennio Morricone, letra original en inglés adaptada al español)

Supervivientes del la flota del Maluco 

  • Juan Sebastián de Elcano, de Guetaria. Capitán.
  • Francisco Albo, de Axio. Piloto.
  • Miguel de Rodas, de Rodas. Piloto.
  • Juan de Acurio, de Bermeo. Piloto.
  • Antonio Lombardo (Pigafetta), de Vicenza. Sobresaliente.
  • Martín de Yudícibus, de Savona. Marino.
  • Hernando de Bustamante, de Mérida. Marinero y barbero. 
  • Nicolás el Griego, de Nauplia. Marinero.
  • Miguel Sánchez de Rodas, de Rodas. Marinero.
  • Antonio Hernández Colmenero, de Ayamonte. Marinero. 
  • Francisco Rodríguez, portugués de Sevilla. Marinero. 
  • Juan Rodríguez, de Huelva. Marinero
  • Diego Carmena Gallego, de Bayona. Marinero.
  • Hans, de Aquisgrán. Artillero.
  • Juan de Arratia, de Bilbao. Grumete.
  • Vasco Gómez Gallego el Portugués, de Bayona. Grumete. 
  • Juan de Santandrés, o de Santander, de Cueto. Grumete. 
  • Juan de Zubileta, de Baracaldo. Paje. 

Los doce hombres de la Victoria retenidos como prisioneros en Cabo Verde que regresaron algunas semanas más tarde a Sevilla, vía Lisboa.

  • Martín Méndez, secretario de la flota. 
  • Pedro de Tolosa, despensero. 
  • Richard de Normandie, carpintero. 
  • Roldán de Argote, artillero. 
  • Mestre Pedro, supernumerario. 
  • Juan Martín, supernumerario. 
  • Simón de Burgos, preboste. 
  • Felipe Rodas, marinero. 
  • Gómez Hernández, marinero. 
  • Bocacio Alonso, marinero. 
  • Pedro de Chindurza, marinero. 
  • Vasquito, grumete. 

Los cinco supervivientes de la Trinidad, que habían emprendido una ruta de regreso distinta desde las Molucas, también completaron la vuelta al mundo, aunque no regresaron a Europa hasta 1525 o 1526. 

  • Gonzalo Gómez de Espinosa, alguacil mayor de la flota.
  • Leone Pancaldo, piloto.
  • Juan Rodríguez el Sordo, marinero.
  • Ginés de Mafra, marinero.
  • Hans Vargue, artillero.