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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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V CENTENARIO

Etapa 10. Elcano, capitán de la Victoria, afronta un viaje imposible

Sólo quedan dos barcos de la flota del Maluco, la Trinidad, que era la nao en la que viajó Magallanes, y la Victoria. Los dos navíos ponen rumbo al Índico.

Juan Sebastian Elcano
Juan Sebastian Elcano
Etapa 10. Elcano, capitán de la Victoria, afronta un viaje imposible

Como capitán de la Trinidad y nuevo jefe de la flota fue elegido Gonzalo Gómez de Espinosa y para la Victoria se escogió a Juan Sebastián Elcano.

El 7 de noviembre de 1521 la flota por fin alcanza su objetivo, las islas Molucas y cargan las bodegas con todo el clavo, la pimienta y otras especias que la capacidad de las embarcaciones permite. Deciden regresar a España pero la Trinidad lo hará siguiendo la ruta del Pacífico hacia Panamá y la Victoria por el Océano Índico.

El 18 de diciembre Juan Sebastián Elcano inicia el viaje de vuelta pero la Trinidad tiene que permanecer en la isla de Tidore para ser reparada. Las tormentas le impiden navegar hacia el Este aunque estuvo a punto de hallar la ruta del tornaviaje. Finalmente Gómez de Espinosa y sus tripulantes fueron hechos prisioneros por los portugueses.

Elcano navegó hacia el oeste con la Victoria cargada con una fortuna en especias pero con un barco desvencijado, como único alimento el arroz y acechado por la flota de Portugal. Los marineros empezaron a enfermar y a morir. Empiezan a pedir a Elcano que se rinda, que la única opción de sobrevivir es entregarse a los portugueses. Aquel viaje de regreso no era difícil. Era imposible.

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Presentación de la canción “Siyahamba”

En su penoso viaje de vuelta Elcano consiguió doblar el Cabo de Buena Esperanza y divisar la costa sudafricana a lo lejos. Los pocos tripulantes que iban quedando eran cristianos sinceros y seguro que rezaron muchas veces a Dios para que los ayudara.

El coro del IES Ben Al-Jatib interpreta Siyahamba, una oración cantada original de la República de Sudáfrica probablemente originada en el folkore zulú que se hizo muy popular en los años 90. Siyahamba significa “Estamos en marcha”. La letra es muy sencilla. Dice una y otra vez: “caminamos en la luz de Dios”. Eso debía repetirse Elcano en su angustiosa incertidumbre.