El candidato de Izquierda Unida a los pasados comicios del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, Enrique Bonilla, ha renunciado a su acta de concejal y por ende a su labor de portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida en la oposición "por motivos de incompatibilidad laboral". Sin embargo, Bonilla ha sido elegido Coordinador del partido, en detrimento de Iván Gavilán, elegido el pasado mes de diciembre.

La dirección local ha elegido como portavoz a Rocío Calderón, y junto a José Luis Gómez “Lele” conformarán el grupo municipal de Izquierda Unida en el consistorio.

Desde Izquierda Unida Rincón de la Victoria han querido "expresar nuestras disculpas a todos los votantes que se hayan podido sentir defraudados por esta decisión, y prometemos que trabajaremos dejándonos la piel para que el cambio llegue a Rincón de la Victoria, haciendo una oposición firme y comprometida con los ciudadanos y ciudadanas del municipio".

En una carta remitida por Enrique Bonilla, éste ha explicado que "me presenté como candidato a las elecciones municipales con el convencimiento de que la ciudadanía de este municipio iba a dar un mayor respaldo a las fuerzas de izquierda. No ha sido así y los pactos de gobierno nos dejan en la oposición. Hay que asumirlo y ponerse a trabajar desde ya, y a convencer sobre nuestras propuestas de gobierno. Sin embargo, hay veces en que no tenemos más remedio que priorizar ante una disyuntiva. Al ser empleado público de este ayuntamiento he de elegir entre permanecer como portavoz del grupo en la oposición y abandonar temporalmente mi trabajo o dejar mi acta de concejal y continuar con mi labor como hasta ahora".

"Me diréis que si eso no lo sabíamos  cuando se presentó mi candidatura. Claro que sí, pero salimos con el ánimo de poder conseguir el  cambio tan esperado. No obstante, en las condiciones en que están las portavocías de los grupos políticos en este ayuntamiento, y a pesar del intento por dignificarlas, me resulta imposible asumir ese reto pues afecta directamente a mi vida personal y a mis responsabilidades familiares en un grado demasiado alto. Por fortuna tengo un trabajo con el que ganarme la vida y que no depende de la política".